martes, 9 de diciembre de 2008

Imposible ampliar carretera Interamericana Norte

Dr. Freddy Pacheco
Catedrático UNA

Aunque el proyecto de ampliar a cuatro carriles la carretera Interamericana norte parece atractivo y podría convertirse en motor de desarrollo para el Estado costarricense, tiene ante sí un obstáculo casi insalvable.

El pasado 25 de julio, en Nicoya, el señor Presidente de la República y sus ministros de Ambiente, la Presidencia y Agricultura, suscribieron un decreto ejecutivo que le da carácter de "Interés Público y Conveniencia Nacional" a otro proyecto que prácticamente trastornaría los planes vinculados al empréstito conque se financiaría la carretera que parte de Liberia hasta Peñas Blancas en la frontera norte. Aparentemente "embarcados" por la señora diputada por Guanacaste doña MAUREEN BALLESTERO, don Oscar y sus miembros del gabinete prácticamente ordenan al Ministerio de Hacienda, al Banco Central, a Mideplan y a la Setena, tramitar en forma expedita y prioritaria, todo lo que tiene que ver con el proyecto "Presa-Embalse La Cueva".

Es decir, mientras por un lado el ministro Guillermo Zúñiga dice que hay "que darse con una piedra en el pecho" por la aprobación de parte del BID del millonario préstamo para tan importante obra de infraestructura, su Presidente y tres de sus colegas ministros toman una decisión que conlleva la necesidad de rediseñar un tramo de 4 kilómetros de la carretera Interamericana, que quedaría bajo las aguas del gran embalse que la diputada Ballestero Vargas aspira tener construido a corto plazo.

Así, el gobierno tendría que enfrentar de manera urgente la tarea de EXPROPIAR una gran cantidad de terrenos privados que no forman parte del plan aprobado por el BID, para, luego de superar los años que se requerirían para dicho acto, proceder a construir la nueva carretera a un costo muchísimo mayor… para el cual no se tiene el financiamiento.

Estamos pues ante una de las tantas consecuencias negativas del proyecto LA CUEVA, el que además implica la destrucción por inundación de las 380 hectáreas boscosas del Área Horizontes del Parque Nacional Santa Rosa, decenas de viviendas y 700 hectáreas con desarrollo ganadero. Sacrificio que se haría para, supuestamente, controlar las inundaciones en Filadelfia, regar unas 7000 ha de terrenos agrícolas y aportar agua potable a proyectos turísticos costeros, tal y como lo promociona la diputada presidenta de la comisión legislativa creada para atender los temas ambientales en forma especial.

Si se nos permite, muy respetuosamente le sugerimos al amigo ministro Guillermo Zúñiga para que a su vez le sugiera al Presidente Arias la derogatoria inmediata del decreto que (seguimos creyendo que embarcado) firmó durante las fiestas de la Anexión del Partido de Nicoya. Se trata de una resolución ejecutiva que se opone frontalmente al proyecto de ampliación de la carretera Interamericana norte y que, además, traería consigo, multiplicada por mil, la amenaza del dengue y otras enfermedades para los guanacastecos, en vista de que el tal embalse de 1200 ha se ¡convertiría en un lodazal más de 6 meses al año!, según lo determinaran ingenieros japoneses hace 7 años, por lo que ni ayudaría a enfrentar las inundaciones, ni serviría para riego en la época seca (¡cuando más se necesita!) ni tendría efecto positivo alguno para la satisfacción de las necesidades de agua potable para el desarrollo turístico de la provincia.

De mantener su vigencia, los señores diputados se encontrarían ante el dilema de aprobar el préstamo de $850 millones del BID o aprobar el préstamo para los estudios de factibilidad (¡ya realizados y concluyentes!) y construcción de una represa que provocaría inundaciones anuales en un tramo de 4 km de la autopista que se pretende construir.

De atender don Oscar la sugerencia, de paso se salvaría de la destrucción una parte del país declarada por la Unesco como "Patrimonio de la Humanidad", donde la diversidad de flora y fauna no merece ser sacrificada por un capricho difícil de entender. Por eso la gente dice que el refrito de la Paz con la Naturaleza más bien parece una guerra contra la naturaleza, donde los intereses incalificables predominan frente a la racionalidad y la gestión ambiental.

Ahora bien, como podría existir la posibilidad de que nuevamente estemos equivocados en nuestras percepción de un proyecto que, como aquél del Servicio de Parques Nacionales S. A. algunos insisten en sus supuestas "bondades", le solicitamos a la servidora pública, la diputada Ballestero, que rompa el escandaloso silencio que tiene sobre el proyecto LA CUEVA, y le cuente a los costarricenses por qué lo anda promoviendo. Quien quita un quite y nos convenza de la grandeza que ella ve en algo aparentemente tan descabellado.


frepaleon@gmail.com
8 de diciembre del 2008

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