COMISIÓN NACIONAL DE ENLACE
COMUNICADO POLÍTICO Nº 9
El 8 de octubre de 2008, un grupo de dirigentes de partidos políticos y de organizaciones enviaron una carta dirigida a las organizaciones sociales de Centroamérica haciéndoles saber sobre el interés de un grupo de congresistas y senadores demócratas (no se especifica cuáles) de incidir, a partir de la posible elección de Barack Obama como presidente de EEUU, en una posible renegociación de los tratados de libre comercio. Fueron escogidos de acuerdo a ese documento, un brasileño, un ecuatoriano, un colombiano y Ottón Solís, presidente del Partido Acción Ciudadana (PAC).El tema es muy delicado, tanto es así, y traemos este tema a colación, que la "consigna de la renegociación del Tratado " forma parte de los errores tácticos cometidos en las tres semanas previas al 7 de octubre del año pasado, día del Referéndum, cuando el PAC trajo a dos congresistas estadounidenses, Bernard Sanders y Michael Michaud para proponer la renegociación del TLC (renegociar Tratados de nueva generación, según Sanders). La consigna de la renegociación, colocada como un elemento central en esas tres semanas cruciales causó estragos en el Movimiento del NO y le soltó las amarras a la Embajada y al gobierno de los Estados Unidos y a la cadena noticiosa CNN, plegada a esos intereses, para desatar una campaña de terror que efectivamente logró los objetivos que la oligarquía, las transnacionales y el imperialismo necesitaban, aprobar el TLC y su agenda de implementación.
Resulta verdaderamente extraño, que, en medio de la crisis más severa del capitalismo en décadas, con las consecuencias ya probadas en Estados Unidos, donde la clase trabajadora de ese país ya paga un altísimo costo por esa situación, extendida al mundo entero, y donde hay un cuestionamiento abierto y contundente a la globalización y al libre mercado, se proponga ahora, en nuestro país, como eje "articulador", la "renegociación del TLC", cuando ya está aprobada la agenda de implementación que es el plato fuerte de toda esta situación.
El movimiento social y popular costarricense no ha terminado de reacomodar sus piezas, algunas heridas todavía se mantienen abiertas, no ha habido rendición de cuentas por los errores cometidos, ya se aprobó la agenda de implementación y el mismo TLC entrará en vigencia (si no ocurre nada extraordinario) en enero de 2009 y a un año y semanas del día del Referéndum, aparecen organizaciones y partidos políticos que estuvieron en esa lucha patriótica con un profundo carácter antimperialista , promoviendo un Sí a otro TLC con Estados Unidos. Un Sí a un "TLC bueno", un Sí a un libre comercio bueno, un SÍ a una "globalización corronga" y posiblemente un Sí a un "capitalismo bueno, no salvaje".
Cabe obligatoriamente una pregunta ¿Es eso lo que tienen que ofrecer, el grupo de dirigentes que avala esa propuesta, al movimiento social y popular de Costa Rica que plantó una de las más heroicas gestas en seis años de lucha contra el TLC? ¿Un "TLC bueno"? Vamos entonces a promover la resistencia, la movilización y la acción de masas para lograr un SÍ al "TLC bueno", con una agenda de implementación aprobada frente a nuestras narices cuando no se pudo ni pestañar para resistirla. ¿Porqué entonces no invitan a la mesa al ministro de comercio Marco Vinicio Ruiz que ya manifestó (ver Diario Extra del 04 de noviembre, 2008 ) que Costa Rica estaría dispuesta a la renegociación del TLC.
No nos provoca ninguna reacción que el tema de la "renegociación del Tratado" la retome de nuevo el PAC, porque esa fue siempre su consigna política. Tampoco nos provoca ninguna reacción que sectores del movimiento sindical como la ANEP y ASDEICE, se sumen a la consigna del PAC, de hecho la consigna de esas organizaciones fue siempre "NO a este TLC", lo que ya de por sí determina una posición ideológica en cuanto al libre comercio y la globalización. Tampoco nos impresiona que un representante de la iglesia luterana y uno de la católica aparezcan avalando esa iniciativa porque, en cuanto a ésta última, su máximo representante, monseñor Hugo Barrantes, quizás ignorando lo traumático que han sido esas corrientes económicas para la humanidad se ha manifestado igual a favor del libre comercio y la globalización.
Lo que sí es sorprendente es que aparezcan avalando esa iniciativa, algunos grupos que han tenido una posición abiertamente cuestionadora del libre comercio y la globalización. En primer lugar hacemos mención del Frente Amplio. No son de recibo los argumentos esbozados por uno de sus militantes, el Lic. José María Villalta, en cuanto a que el documento avalado por el Frente Amplio "refleja el acuerdo que es posible con el PAC, simplemente lo que se puede caminar en conjunto con el PAC".
El tema del libre comercio y de la globalización es un tema de principios, máxime si se trata de una organización ubicada a la izquierda del espectro político como se define el Frente Amplio y en ese sentido concesiones de esa magnitud, "acuerdo que es posible", son a todas luces inaceptables. El Frente Amplio tiene, por la trayectoria política del mismo diputado José Merino, y de otros de sus militantes, mucho más que ofrecer al pueblo de Costa Rica que una propuesta de renegociación para alcanzar en el mejor de los casos un "TLC más o menos bueno". Nos parece que el Frente Amplio debe dar una reflexión más serena sobre este delicado asunto del libre comercio y la globalización para no aparecer como un apéndice ideológico del PAC y promoviendo un "SÍ al TLC bueno".
Igual sorprende que organizaciones que en su momento habían tomado el acuerdo de "derrotar el TLC" (acuerdo del movimiento sindical de agosto de 2006) hoy avalen la propuesta de renegociación del "SÍ al TLC bueno". ¿Han considerado las centrales sindicales, como CUSIMA, CMTC y los sindicatos del ICE que firman el documento de renegociación, las consecuencias políticas de un accionar de este tipo?. Sin duda alguna esos sectores jugaron un papel central en la lucha contra el TLC y en muchas ocasiones se han manifestado contra el libre comercio y la globalización. Su responsabilidad para con sus bases es enorme en cuanto a los alcances políticos de estas decisiones.
La agenda de implementación está aprobada, la apertura de las telecomunicaciones y de los seguros es una realidad, lo mismo que convenios tan lesivos como UPOV y Budapest. No habrá marcha atrás. Estas son leyes nacionales aprobadas que ninguna "renegociación" va a poner en entredicho. Ni siquiera un "TLC bueno" revertirá esa situación, la oligarquía logró uno de sus sueños, el ICE y el INS en su esencia tienen la quilla quebrada. Las expectativas que se generaron en cuanto a la respuesta fueron evidentemente sobredimensionadas. La consigna de que lucharíamos hasta el final nunca se cumplió.
Indistintamente, una cosa es cierta, los trabajadores (as) del ICE han sido heroicos en la lucha contra la privatización, uno de los postulados del Consenso de Washington, de la globalización y del libre comercio. Entonces, ante lo evidente, cuando el ICE ya está en la mira de las transnacionales, y en donde inexorablemente habrá despidos a mediano plazo, ¿eso es lo que la dirigencia de las organizaciones del ICE proponen al final del camino, embaucarnos en la búsqueda de un "SI al TLC menos malo"? Sin duda esa propuesta es insuficiente por cuanto la oligarquía y las transnacionales ya lograron lo que querían, con o sin TLC y revertir esa situación no se mira sencilla a menos que haya una ofensiva muy fuerte del movimiento social en esa dirección, situación que habría que atender de inmediato.
Una trampa adicional en este tema de la renegociación, es lo que algunos ya empiezan a plantear en el sentido de que con el Partido Demócrata vamos a alcanzar un "TLC justo y equitativo", efectivamente ellos están planteando revisar los capítulos laboral y ambiental de los Tratados, pero simplemente en función de que dada la permisividad de los estándares laborales y ambientales de nuestros países, las empresas estadounidenses migran hacia estos paraísos sin regulación de nada, y eso es lo que quieren evitar. El Partido Demócrata no está por renegociar la concepción neoliberal de los Tratados con la cuál mayoritariamente no tienen contradicciones.
Hoy lo que corresponde es acentuar la resistencia, profundizar la organización popular, recuperar la iniciativa política, no son las migajas que nos brinde el imperio lo que tiene que determinar nuestra postura política, se trata de volver a reagrupar a los contingentes populares, para luchar por el retiro de Costa Rica del TLC, la única consigna válida de quienes nos enfrentamos al "libre comercio" es luchar porque Centroamérica quede fuera del TLC, y los tiempos corren a nuestro favor. Actuar en sentido contrario con la supuesta propuesta del "SÍ al TLC bueno" sería avanzar con una consigna oportunista y condescendiente al imperio y además como lo dijimos anteriormente, ¿renegociar qué?, cuando ya tienen lo que querían, la agenda de implementación.
Comisión Nacional de Enlace
13 de Noviembre de 2008
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