Flora Fernández | 17 de Noviembre 2008
La semana pasada vimos con asombro, -y es que todavía nos queda esa capacidad-, cómo el Presidente de los Empresarios, celebraba en la Casa Presidencial con su "selecto" grupo el "triunfo" de tener todas las leyes de implementación listas. No estaban en la fiestecita los trabajadores aterrorizados de Atlas que están siendo despedidos, tampoco llegaron las mujeres solas de las maquilas que llevaron a manifestarse a favor del TLC bajo el sol, porque ya no tienen empleo, tampoco estaba la gente de Rincón Grande de Pavas que siguen en sus tugurios gracias a Fernando Zumbado. No, la chusma en su lugar, la "clase" celebra con opulencia palaciega ¿Con fondos públicos?… no para el TSE.
También los gloriosos diputados y diputadas que aplaudieron en el funeral de la patria eran los invitados de honor. No sabemos a cambio de qué o de cuanto, votaron las leyes entreguistas sin necesidad de leerlas, en todo caso les pagaban asesores para "guiarlos". ¿Qué les iba a importar estar informados? El TLC tenía que pasar con fraude, con mentiras, con miedo, con lo que fuera y así pasó.
Y sí, ya esta casi listo para certificarse un TLC que ni los diputados ni la Sala IV quisieron reconocer que por muchas razones es inconstitucional. Lo extraño es que la Sala IV dijo en julio del 2007 que todo era perfecto, pero se rectificó cuando por unanimidad emitieron el voto 08-14193 en el que declara inconstitucional el Decreto 33240-S (mejor conocido como el Decreto de Armas) según el cual en Costa Rica no puede involucrarse en la importación o fabricación artefactos o piezas destinados a su uso en guerras, ni siquiera las "guerras justas".
El abogado Roberto Zamora Bolaños con conocimientos y paciencia franciscana interpuso primero una acción de inconstitucionalidad contra el Decreto, una vez votado como lo hicieron, interpuso otra acción contra el Anexo 3.3 del TLC que contiene exactamente lo mismo.
¿Cómo podría la Sala IV decir que la parte del Decreto referente a armas es inconstitucional y el Tratado está acorde con las normas constitucionales vigentes después de ese voto si ambas partes son idénticas? Bueno, en Costa Rica cualquier cosa puede pasar, solo que esta vez por ser un asunto internacional la cosa no la vamos a dejar que quede así no más, ya hemos denunciado estos hechos fuera del país que es lo único que les importa a Arias y a su gente.
Y es que entre las cosas curiosas, Centro América y República Dominicana establecieron medidas disconformes en ese sentido, mientras nuestros negociadores ¿qué hacían? ¿Se fueron de "shopping" o estaban ocupados regalando el ICE, el INS y el espectro radio eléctrico que por nada del mundo debían entregar?
Dejemos las bromas de lado, este asunto es muy serio. Estando el TLC como está, puede ser que algunas disposiciones de rango constitucional como la Proclama de Neutralidad y la abolición del ejército nos protejan en parte en lo relativo a las armas de guerra. Puede ser…, aunque cuando hay intereses económicos por medio, no hay protección que valga y menos ante este tipo de intereses.
Donde quedamos totalmente desprotegidos y expuestos es en lo relativo a recibir material nuclear, desechos radiactivos y otras porquerías que el primer mundo no sabe donde botar. A Centro América no lo podrán traer amparados en el TLC, a Costa Rica sí, gracias a nuestros negociadores; a 38 diputados que no leen, no debaten y mucho menos estudian; a un presidente empresario que puso su premio nobel de la paz en el trapo de piso y a 5 magistrados y otros suplentes de la Sala Constitucional así como a los 3 del TSE. Ellos y ellas, sólo ellos y ellas son los responsables. ¡Que la historia los juzgue con la dureza que merecen y que no se nos olvide!
Hoy están a tiempo de evitar algo tan terrible como es convertir a Costa Rica en un basurero nuclear. ¿Lo harán? y usted ¿hará algo? Yo seguiré incansable en esta lucha aún cuando digan "ya no hay nada que hacer" porque sé que todavía hay mucho por delante.
miércoles, 19 de noviembre de 2008
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