Sol Fernandez-Val, ecologista
Al gabinete de Arias, presidentes ejecutivos, diputados de la fracción y demás posiciones de mando: ¡Nos están lanzando de un avión sin paracaídas!
Apostaron afuera (TLC, otros tratados comerciales) y descuidaron lo interno.
Definitivamente lo hicieron mal. ¿ Inconciencia colectiva? No lo se, pero la naturaleza pasa factura por muchas razones y una de ellas, es causa y efecto.
La lista de atropellos a la madre natura es cada vez mayor. Impresiona las violaciones a leyes que fueron hechas para protección como respetar la Zona Marítimo Terrestre, no construir edificios altos en la costa, no talar montañas, no permitir megaproyectos en las cuencas de los ríos, no destruir manglares, ni humedales, respetar las zonas protegidas, no cambiar usos del suelo, etc.
No se ha resuelto lo del terremoto de Poás y nuevamente la zona Atlántica es vilmente azotada, sin haberse recuperado aún de las inundaciones pasadas.
Las características incoherencias de Oscar Arias, declarar de interés nacional Crucitas, masacrando una zona rica en especies arbóreas en peligro de extinción, además de su fauna. Dos días después apoyó al “Encuentro Mundial por los bosques Chico Mendes” para crear conciencia de salvar los bosques... Esto suena a esquizofrenia. ¿Cómo puede una encuesta decir que el presidente lo está haciendo bien, que lo apoya una inmensa mayoría, sino es que responde a quien la paga?
La Comisión Nacional de Emergencia no estaba preparada para hacerle frente a un desastre mayor. Un casual incendio en las bodegas, ayuda que llega a albergues pero no a las familias que están en las casas, rechazar ayuda, son algunas situaciones que nos hacen pensar, ¿qué pasaría si hubiera un evento telúrico en el Valle Central? Siempre hay quienes manosean las donaciones del pueblo, que respondió junto con empresas, en forma solidaria. No faltan los oportunistas que entregaban ayuda politiqueando. Cito la declaración de Arias a CNN: “por dicha que el terremoto ocurrió en una zona de poca importancia”.
Apenas empiezan los desastres naturales. Este tema no fue considerado por los mil cerebros, ni el agotado Capitán. El calentamiento global es un hecho. Los genios que nos gobiernan no lo toman en serio.
¿Quien va a venir un país que no tiene carreteras en buen estado, que es vulnerable a terremotos, deslizamientos, inundaciones en época de crisis mundial? Los megaproyectos turísticos que destruyeron la naturaleza no serán de provecho para nadie. El doble discurso de Arias se va a desenmascarar tarde o temprano.
Al haber apuntado con extras a las nefastas alianzas comerciales, perderemos demasiado. Imperarán las demandas de las protegidas empresas extranjeras. Curiosamente los préstamos millonarios gastados en “asesorías”que pagaremos todos los ciudadanos, abusos como la cena Cerutti, construcciones erradas como el estadio chino, contraponen la lógica de Zúñiga cuando se le sugiere bajar temporalmente el impuesto de ventas para que el precio final no sea tan alto, pues dice que puede salir peor el remedio que la enfermedad. La flexibilidad laboral que golpeará a los trabajadores para que los empresarios no pierdan sus ganancias, es uno de los robos más descarados a la justicia social. Recordemos que no gobiernan para el pueblo sino para la élite
de los grandes empresas.
¿Vientos, sismos, inundaciones, erupciones, podrán mover las dormidas conciencias?
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