Flora Fernández
Estimado señor Casas,
Nada me entusiasmaría más en la vida que algo tan importante y trascendental como el tema del TLC y la agenda de implementación (más las agendas ocultas) tuviesen hoy la oportunidad de ventilarse en un debate de calidad, ya que toda esa legislación viene a modificar el modelo de país para el resto de la historia de nuestra patria.
El daño causado a la democracia al violentar la tregua (única forma de revertir los 12 puntos de ventaja que llevaba el NO sobre el Sí a pocos días del referéndum) era continuando la estrategia de miedo diseñada conjuntamente por usted y Fernando Sánchez... y se hizo.
Cuando publican "noticias" donde Susan Schwab y Alberto Padilla amenazaban "con la vaina vacía" que las 7 plagas caerían sobre nuestra Patria si rechazábamos el TLC (mal negociado le agrego yo), los medios divulgaban intensamente "la noticia" y el TSE timorato y parcializado nada hizo al respecto. Ni siquiera contrastaron, como cualquier medio de comunicación que se respete la noticia verdadera; que las dos cámaras del Congreso y Senado) afirmaban que respetarían el resultado de la democracia costarricense y que si rechazábamos -como era esperado el TLC-, nada iba a suceder ni nos castigarían. Más aún, ratificaban que los Beneficios de la ICC (que son mejores que cualquier TLC) seguirían vigentes y permanentes. Los medios ocultaron esa noticia y más de uno del Sí de manera socarrona y digámoslo en tico "cara de barro" dijeron "Hicimos trampa, pero teníamos que ganar"
Hacer trampa a la democracia, inmolarla como lo dijo con absoluta claridad y pesar el Lic. Walter Antillón era indispensable porque era más importante el TLC que la institucionalidad.
El TLC para un país como el nuestro, frente a una economía a punto de colapsar como es la de los Estados Unidos que entró en recesión, es como ganarse un tigre hambriento, con los dientes afilados, agresivo y dispuesto a arrasar con lo que se encuentre. Ya tienen el tigre suelto, lo malo es que le quitaron la jaula, vamos a ver cómo se manejan.
Usted, frente a la presión popular tuvo la decencia de renunciar, el patrón no lo protegió como sí lo hizo con el primito y ¡usted todavía los defiende!
Claro que doña Carmen tiene razón al hablar de una tiranía y una democracia de mentirillas, hoy precisamente mientras usted está cómodamente instalado en Estados Unidos dictando cátedra sobre cómo se debe manejar la política -probablemente dando volados como los del memorandum del miedo- aquí nos quieren imponer una Constituyente y una Ley Antiterrorista, mientras lo que realmente anda mal y debe cambiarse es la porquería de Asamblea Legislativa que tenemos, los magistrados de la Sala IV y TSE, y el presidente espurio porque la constitución vigente sigue diciendo que no hay re-elección.
No me extiendo más porque oportunamente escribí 2 artículos que anexo, publicados en Tribuna Democrática. En La Nación nada de eso se publicaría por dos razones, primero, a ese medio no les interesaría y segundo yo no permitiría que los publicaran sin autorización -que además no la daría-.
Espero que algún día la polarizadísima sociedad costarricense pueda llegar a reconciliarse, por el momento, con un grupo presionando sobre el otro, veo el panorama muy sombrío y triste. Tampoco creo que pueda darse "perdón y olvido" tan fácilmente porque las heridas son muy profundas y están infectadas.
Flora Fernández
lunes, 1 de diciembre de 2008
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