Este es un grito por la vida

URGE APOYO

Compañeros y compañeras de organizaciones sociales de personas con discapacidad este es un llamado por la vida de las personas transplantadas de este país.

En estos momentos en Costa Rica hay hombres y mujeres que lloran porque sus medicamentos se están agotando y las autoridades de salud han decidido cambiarle sus tratamientos en perjuicio de la vida de estos seres humanos.

Casos como el de la señora Sonia Cerdas Duarte transplantada en el Hospital San Juan de Dios desde hace 17 años son una realidad en nuestra querida Costa Rica. Sonia pasa por un estado de hipercrisis físico y emocional ante las decisiones de las autoridades de la Caja de negarle el suministro de medicamento para proteger su riñón.

Los pacientes con trasplante de órganos de Costa Rica y agrupados en Fundación Costarricense Renal (FUNCORE), y la Fundación de Trasplante de Hígado "Vida Nueva" apelan a la solidaridad de todas las organizaciones sociales de personas con discapacidad ante la difícil situación por la que se traviesa ante la falta de medicamentos por las que atraviesan en la actualidad.

En varias oportunidades se ha denunciando ante las autoridades competentes de salud la seria situación de este grupo de personas, que sufren el cambio de medicamentos sin su consentimiento ni la información adecuada para el uso del mismo.

Esto quiere decir que se esta haciendo un cambio de tratamiento terapéutico en los pacientes en contra de su voluntad o del desconocimiento de los mismos pacientes.

Como usted bien sabe las personas transplantadas y sus donantes deben asumir las responsabilidades afectivas y económicas de su entorno familiar por lo que dependen del medicamento y el tratamiento inmunosupresor (defensa bajas en el organismo) para continuar con vida.

La ciclosporina A neoral (medicamento fundamental para estos pacientes) tiene un costo de 58 dólares para la Caja y solamente la Caja Costarricense de Seguro Social lo tiene y lo puede traer al país.

Hoy tenemos compañeras y compañeros transplantados y donantes que sufren estas decisiones que la Junta Directiva del la Caja Costarricense de Seguro Social decide sentados desde una silla del piso nueve de esta entidad, sin analizar los verdaderos efectos que esto esta provocando en nuestra población vulnerable.

Por eso solicitamos el apoyo de todas las organizaciones sociales para que se pronuncien ante las autoridades de la Caja, Presidente de la República, la Defensoría de los Habitantes y ante todo foro nacional e internacional porque nosotros también tenemos derecho a la vida.

Recordemos que ya de por sí la Caja invirtió en cada uno de nosotros más de 150 mil dólares por los transplantes y sus medicamentos. Un cambio en el tratamiento es muy delicado para la salud de estas personas y arbitrariamente esta despachando un medicamento genérico que no se garantiza en pacientes estables porque estos han recibido como tratamiento solo la ciclosporina A neoral; un cambio de esta índoles, como lo esta haciendo la Caja, significa la incertidumbre existencial de las personas transplantadas..

NECESITAMOS SU APOYO CON TODO TIPO DE COMUNICACIONES QUE HAGAN EN LOS DIFERENTES FOROS DE LA SOCIEDAD COSTARRICENSE.