Nueva época. Núm. 145
Diciembre de 2008-Enero 2009
¡CONTRA EL DESEMPLEO! ¡NO A LOS DESPIDOS!
HAY UNA SALIDA OBRERA Y POPULAR A LA CRISIS
La crisis económica que ha estallado está llevando a varios países a la quiebra y a la recesión, que ya ha llegado a las principales economías del mundo. La crisis, que ya todos reconocen que es la mayor desde la de 1929, está solo en sus inicios, llegando la recesión a todo el planeta en el 2009. Los trabajadores de todo el mundo ven con temor la amenaza del desempleo que lleva a mayor miseria y hambre. Millones ya han perdido sus puestos de trabajo. Las empresas, que se han llenado los bolsillos de millones de dólares, no están dispuestas a utilizar los beneficios acumulados en estos últimos años para mantener el empleo. La burguesía defiende sus beneficios y no quiere colocar su capital acumulado en inversiones que no les garanticen altas tasas de ganancia. Para ella son preferibles los despidos y cierres, que tienen un efecto que ya está siendo devastador en muchos lugares. Los primeros afectados son las minorías oprimidas como los trabajadores inmigrantes o los negros en muchos países y en general los jóvenes y mujeres.
DESPIDOS MASIVOS Y CRECIMIENTO DEL DESEMPLEO
El aumento de los desempleados en EEUU ya ha superado los 1.900.000 trabajadores en lo que va de año, los pronósticos prevén pasar del 6,7% de desempleo en noviembre de 2008 al 9% a finales de 2009. En el mes de noviembre se destruyeron en EEUU 533.000 puestos de trabajo, una cifra que no se alcanzaba desde hace 34 años. Las 3 automotrices de Detroit iniciaron paros técnicos en sus plantas de América del Norte. La que está en situación más grave es la Chrysler que inició un parón de 40 días.
Las financieras con redes internacionales han anunciado despidos masivos, así Citigroup declara que va a despedir a 53.000 trabajadores en todo el mundo. Las fabricantes de autos norteamericanas y japonesas también informan de sus planes de reducción de plantillas en miles de trabajadores.
En los países europeos de la llamada eurozona, el desempleo ha subido de conjunto 4 décimas con respecto al año pasado, situándose por encima de EEUU con el 7,7%. Se anuncian miles de despidos en las fábricas automotrices, no solo de las filiales americanas y japonesas sino también de las de capital europeo. Renault anunció 6.000 despidos. Ya son más de 10.000 trabajadores los que diariamente están perdiendo sus puestos de trabajo en esta región del mundo.
Dentro de Europa a España la crisis ha llegado con mayor rapidez y dureza para los trabajadores. Además de los despidos en las fábricas de automóviles y las empresas subsidiarias, se encuentra con el estallido de la burbuja inmobiliaria (construcción masiva de viviendas para especular a precios desorbitados). Ahora tiene ya una tasa de desempleo de 12,8%, puede llegar a los 4 millones los desempleados en el 2009, 900.000 de los cuales solo en la construcción. El crecimiento del desempleo en España es el más alto de los países de la OCDE.
Japón, la segunda economía mundial entró en recesión y las grandes empresas como Sony anuncian millares de despidos y el cierre del 10% de sus fábricas de aquí al 2010.
China, considerada por otros, como el motor de la economía mundial, está en franca desaceleración por la caída de las exportaciones. Ya han cerrado más de 7.000 empresas en la región de Guandong, principal zona industrial dedicada a la exportación. 150 millones de trabajadores chinos que emigraron de otras regiones pueden perder sus trabajos en los próximos meses.
En la India se calcula que más de medio millón de trabajadores de la industria textil perderán sus empleos hasta abril del 2009. Las empresas de subcontratación que estan muy extendidas en la India, como en los call centers (telemarketing), están empezando a despedir.
Lula, el presidente brasileño ha asegurado que su país, la economía más importante de América Latina, está preparada para la crisis, (llegó incluso a decir que esta no iba a afectar a Brasil). Sin embargo, la economía, no es regional sino mundial, y la crisis está teniendo ya efectos directos en Brasil. Empezó un ataque al empleo que va a ser de grandes dimensiones a corto plazo. Se está produciendo una huida de capitales, calculada en 200 millones de dólares diarios y la caída de la demanda de vehículos. Esto ha llevado al cierre de empresas fabricantes de piezas para los fabricantes de autos y despidos y vacaciones obligadas en las montadoras. La multinacional minera Vale anunció el despido de 1.300 trabajadores, y 7.000 están en vacaciones obligatorias, por el desplome en las exportaciones de mineral.
En América Latina, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), organismo dependiente de la ONU, considera que la creación de empleo se va a estancar y que va a aumentar el desempleo, afectando sobre todo a los sectores más precarios y pobres. Por eso reconocen que la crisis económica va afectar especialmente a las mujeres que tienen mayor participación en sectores como la industria manufacturera textil, las maquilas de todo tipo, comercio, banca, servicio doméstico y hostelería.
LOS ATAQUES EMPRESARIALES
La burguesía quiere hacer recaer la crisis sobre los trabajadores. Para eso intenta imponer despidos y recortes salariales. Las empresas utilizan en general los periodos de crisis para imponer recortes de los derechos a los trabajadores que sean permanentes. La envergadura de esta crisis nos puede dar una idea de los ataques que están preparando. Los planes de viabilidad significan precisamente esto: la reducción de plantillas para eliminar puestos de trabajo que cuentan con mejores salarios y beneficios sociales. Así, cuando necesiten volver a contratar los empleados entrarán con peores condiciones. La doble escala salarial, (salarios inferiores para los nuevos contratados que realizan el mismo trabajo), que ya había llegado a muchas empresas se va a extender con la crisis. Ahora tratarán que el grueso de los empleados sean de segunda categoría y si es posible el conjunto de ellos. La industria automotriz norteamericana se ha visto en peores condiciones para competir las montadoras japonesas instaladas en EEUU. La modernización que pretenden llevar adelante con el dinero público les servirá para tener fábricas que necesiten menos mano de obra y aumentar la explotación a los que queden trabajando. A esto se suman la exigencia de conjunto de la burguesía que quiere nuevas Reformas Laborales para abaratar los despidos y conseguir una mayor precarización en el empleo la llamada "flexibilidad laboral".
Los mecanismos para la destrucción de puestos de trabajo
Las empresas utilizan diversas formas para destruir puestos de trabajo. Además de los despidos directos para reducir plantillas o por cierres de las empresas, cuentan, en algunos países con jubilaciones anticipadas con pensiones rebajadas, o vacaciones obligatorias con recortes de beneficios sociales, como quieren imponer en la multinacional de la minería VALE, en Brasil. Estas medidas necesitan el acuerdo y el apoyo económico de los gobiernos y la firma de los sindicatos en muchos países.
En la mayoría la situación es mucho peor. Las maquilas, tan extendidas en Centroamérica, México y Haití, despiden simplemente con el no vuelva usted mañana. En China, los despidos, en general, se producen sin indemnizaciones ni seguro de desempleo. En la ciudad de Cantón 130.000 trabajadores dejan la ciudad diariamente para volver a sus regiones de origen. Se marchan cargando su colchón, porque al perder sus puestos de trabajo pierden hasta el lugar de dormir que hasta entonces era en la propia fábrica.
LOS PLANES DE LOS GOBIERNOS Y LAS EXIGENCIAS EMPRESARIALES
Las grandes empresas han contado con beneficios económicos por parte de los diferentes estados durante todos estos años. Los gobiernos nacionales y regionales han estado rebajándoles los impuestos, dándoles subvenciones para que se instalen, regalándoles terrenos para sus factorías, etc.
Ahora con la crisis la solución que plantean las empresas, y que negocian con las burocracias sindicales, es de más ayudas económicas por parte de los gobiernos: quieren la seguridad del Estado y el dinero público.
Así además de la increíble cifra de 13 billones de dólares que los gobiernos han dispuesto para salvar a las entidades financieras, éstos preparan otros cientos de miles millones para las empresas en crisis.
En Francia, el presidente Sarkozy anuncio 100.000 millones de euros para las empresas estratégicas. El gobierno de Zapatero destina 28.900 millones de euros para ayudas y moratoria en los créditos a las pequeñas y medianas empresas que sean viables.
En todo el mundo se está siguiendo la crisis en el sector automotriz de EEUU. A las tres montadoras, Ford, Chrysler y GM, Bush les han concedido 17.000 millones de dólares. Las negociaciones entre demócratas y republicanos para la entrega del dinero estaba supeditada a que las compañías presentasen en los próximos meses planes de viabilidad a largo plazo. Estos planes incluyen el cierre de las plantas menos competitivas, recortes de personal y gruesas concesiones por parte de los trabajadores.
LOS BENEFICIOS EMPRESARIALES DE ESTOS AÑOS
Mientras los gobiernos avalan los despidos, las pérdidas de conquistas y el hambre para los trabajadores lo que les llega a los más ricos son ayudas del Estado. Esto es más escandaloso si tenemos en cuenta que las multinacionales y bancos han ganado fortunas increíbles en estos últimos años. Las cifras de beneficios se contaban como el aumento de los beneficios con respecto al año anterior. No les bastaba con decir que tenían beneficios, para que fueran beneficios tenían que superar los beneficios del ejercicio anterior.
Veamos algunos ejemplos. La compañía petrolera estadounidense, Exxon Mobil (la mayor del mundo), obtuvo en el 2007 más de 40.000 millones de dólares de beneficios, este fue casi un 10% mayor al año anterior y significó el record de ganancias una empresa de EEUU en la historia. También podemos reseñar que después de la crisis del 2001 las empresas norteamericanas superaron el 10% anual de la mejora de los beneficios hasta el 2005. El 2006 marcó igualmente una gran subida de los beneficios que supero el 8% con respecto al año anterior. Esto fue considerado una época sin precedentes de beneficios empresariales en EEUU.
Ese año 2006 las empresas españolas obtuvieron un aumento de los beneficios llegando al 30,6% de su valor añadido bruto (VAB). Cifra extraordinaria que no se había registrado desde que se registran estos datos por el Banco de España en el año 1984. Los aumentos de los beneficios empresariales de ese periodo contrastan con la subida salarias que solo fue del 3,4%.
Es interesante constatar que los beneficios no solo llegaron a las empresas en los países imperialistas sino que en los países capitalistas atrasados las tasas de ganancia eran aún mayores. Este es el caso de Chile donde la media de aumento beneficios del año 2006 fue del 43% respecto al 2005. Las 10 mayores compañías obtuvieron un 71% de beneficios. Los 8 mayores consorcios extranjeros (Santander, Endesa…), todos españoles, cuadruplicaron su valor bursátil en 5 años en Chile.
De Brasil tomamos solo un ejemplo muy clarificador: la minera VALE. En solo en el último año ha ganado 25 billones de reales (más de 6.000 millones dólares) y que tiene en caja 15.000 millones de dólares suficiente para pagar los sueldos de todos los empleados durante los próximos 10 años.
En Argentina las empresas extranjeras obtuvieron 3 dólares de beneficios por cada 2 dólares de inversión. Más escandaloso era el beneficio de la REPSOL en Bolivia que obtenía 10 dólares por cada dólar invertido.
¿PORQUE NOS OPONEMOS A LA ENTREGA DE DINERO A LA BANCA Y A LAS EMPRESAS POR PARTE DE LOS GOBIERNOS?
No podemos dejarnos engañar por los manidos discursos que presentan la burguesía y sus gobiernos ante la crisis. Cuando plantean que todos tenemos que apretarnos el cinturón siempre se refieren al cinturón de los trabajadores y el pueblo más pobre. Cuando las empresas dicen que necesitan el dinero del Estado para no tener que cerrar o evitar mayor número de despidos nos mienten descaradamente.
El capitalismo solo tiene dos formas de salir de una crisis de esta envergadura: o destruyendo de forma masiva capital fijo, -por medio de cierres masivos de fábricas o por la acción de las guerras (como las guerras mundiales)- o aumentando de manera brutal la sobreexplotación de los trabajadores para recuperar la tasa de ganancia. Esto significa: recorte de salarios y conquistas, aumentos de ritmos de trabajo, de jornadas laborales, por tanto mayor explotación con menos trabajadores (despidos).
El dinero que los gobiernos están entregando a la banca y a las empresas en crisis no va a servir para evitar los despidos. El dinero que les llega les en primer lugar sirve para asegurar sus beneficios y en segundo lugar es utilizado, como en el plan de las fábricas de vehículos norteamericanas, para "modernizar" las plantas y reducir el número de empleados. Después de la llegada de las multimillonarias ayudas a las empresas financieras se han anunciado despidos de centenares de miles de trabajadores en todo el mundo en estas entidades.
Esa "ayuda" a las empresas es dinero que ha salido y tendrá que salir de los bolsillos de los trabajadores. Es nuestro, es dinero público que sale de recortar los presupuestos sociales. Ya se ve hasta en los países europeos, como se deteriora la sanidad y la educación públicas y continúan las privatizaciones de estos sectores. Otro ejemplo es la política de aumentar la edad de jubilación. Señalemos que no ocurre lo mismo con los presupuestos militares que siguen subiendo en todo el mundo, el de EEUU es el mayor de los últimos 20 años; pero también el que ha anunciado Marruecos para el 2009 que duplica el actual.
También vemos que, como van a necesitar más dinero para las empresas, van a subir los impuestos a la mayoría de la población.
LAS BUROCRACIAS SINDICALES
El papel traidor de las burocracias sindicales se acentúa en momentos de crisis. Estas se dedican a negociar los despidos y los planes de las empresas. Aunque están teniendo que encabezar en muchas ocasiones las luchas contra los despidos, finalmente no llevan estas luchas hasta el final y acaban negociando con la patronal.
Los argumentos que utilizan son los mismos que los de la burguesía y son del tipo: si no aceptamos este número de despidos la empresa tendrá que cerrar y se perderán todos los puestos de trabajo…o cuando lo que ocurre es el cierre: tengamos un despido digno, negociemos las indemnizaciones.
Un aspecto bastante novedoso está siendo ver a las burocracias sindicales acompañar a los empresarios para pedir dinero a los gobiernos. Así lo han hecho los de la GM en EEUU. Dinero que sabemos que invertirán en destruir puestos de trabajo. Es siniestro el papel de la burocracia sindical de las tres montadoras norteamericana: han aceptado que los trabajadores pierdan sus planes de salud y de desempleo, para que el congreso entregue el dinero a las empresas.
Las grandes centrales sindicales y sus organismos internacionales como AFL-CIO o la CES (Confederación Europea de Sindicatos), dirigidas por estas burocracias al servicio del mantenimiento del sistema capitalista, se han negado hasta ahora a convocar movilizaciones a gran escala contra los despidos y los planes de los gobiernos. La respuesta de la burocracia sindical está siendo mínima en relación a las necesidades de los trabajadores por la brutalidad de los ataques que gobiernos y empresas están llevando a cabo.
Las convocatorias procuran debilitar y no unificar las movilizaciones. Así ocurrió en Grecia, donde las centrales sindicales desconvocaron la manifestación prevista para el día de la Huelga General del 10 de diciembre, para evitar disturbios. Con ello frustraban la posibilidad de una movilización que uniera a los trabajadores y estudiantes que podía haber hecho caer al gobierno del conservador Karamanlis. En otros casos la burocracia convoca el mismo día en diversos lugares para no confluir en una gran movilización. O el caso de las automotrices en España. Vimos como, en las primeras movilizaciones de de la Nissan en Barcelona no fueron convocados los trabajadores afectados de las empresas que fabrican piezas para esta montadora.
Cuando hay la oportunidad de unir a todos los sectores, como podía haber sido la respuesta a la directiva europea de las 65 horas de trabajo semanales, la convocatoria de la CES, se resume a una huelga de 5 a 15 minutos. Luego a esta convocatoria no le dan ninguna publicidad y por supuesto ninguna preparación para que quede en anecdótica. La indignación que generó la presentación de esta directiva, y que acabó imponiendo su no aprobación en el parlamento europeo, no tuvo, por la burocracia sindical, la contestación organizada que se necesitaba.
LA RESPUESTA DE LOS TRABAJADORES
Los trabajadores están empezando a responder con fuertes movilizaciones a la crisis. Destacan varios países europeos, con Grecia a la vanguardia, tanto contra los despidos como frente a los planes de privatización de la educación y la sanidad o en defensa de las pensiones. En China hemos conocido las violentas protestas de los trabajadores de varias fábricas que se encuentran con el cierre.
Los estudiantes y la juventud están respondiendo con ocupaciones de facultades, colegios y fuertes enfrentamientos con la policía a las políticas privatizadoras de la enseñanza.
Muchas de estas huelgas y movilizaciones fueron empujadas por las bases para que se convocaran. En otras los trabajadores toman la iniciativa y se empiezan a autoorganizar como los profesores en Portugal que por primera vez convocaron una movilización de más de 15.000 personas por fuera del aparato sindical oficial. O entre los trabajadores de la sanidad en Madrid que se han organizado en una Coordinadora de Trabajadores y convocado decenas de miles con la oposición de la burocracia sindical. También los sindicatos alternativos en Italia que fueron capaces de convocar conjuntamente una jornada de huelga y movilización el 17 de Octubre. El 12 el mayor sindicato italiano la CGIL convocó un paro de 4 horas, muchas categorías incluidas las de los funcionario públicos y los metalúrgicos decidieron extender la protesta a toda la jornada. Los sindicatos alternativos se sumaron también a esta convocatoria, con su propia plataforma reivindicativa, dando lugar a movilizaciones que fueron de decenas de miles en las principales ciudades italianas.
PLAN OBRERO DE LUCHA Y CONTRA LA CRISIS
Hay una salida a la crisis económica capitalista sin que sea necesario el sacrificio de centenares de millones de trabajadores. Pero esta salida no es la de los capitalistas.
El dinero para acabar con la crisis debe salir de los multimillonarios beneficios que han obtenido en estos años. Los gobiernos en vez de reducir impuestos a los ricos deberían tomar el control de estos capitales nacionalizando la banca. Como venimos diciendo: que la crisis la paguen los capitalistas.
Los trabajadores tenemos que lanzar un conjunto de medidas y un plan de lucha contra la crisis que debe partir de la defensa de los puestos de trabajo: contra el desempleo No a los despidos. Esta consigna, que es la mejor medida contra la crisis, no la toman ni los gobiernos ni la burocracia sindical. Hay que exigirles a los gobiernos la prohibición de los despidos.
La nacionalización sin indemnización de las empresas que despidan a trabajadores será la manera de garantizar la prohibición de los despidos y garantizar su funcionamiento ponerlas bajo control obrero. Esta medida es además mucha más barata que la de entregar millones a las empresas. Un ejemplo es el de las empresas del motor de Detroit, aún pagando el precio de lo que ahora valen, que es inferior a su valor en los años 40, sería , costaría menos dinero del que han pedido para salir adelante.
Ante la actual bajada de la producción, (que se realizaba en condiciones de sobreexplotación, con horas extraordinarias, con ritmos de producción extenuantes), debemos levantar, la escala móvil de horas de trabajo, o sea reducir la jornada laboral para trabajar todos, sin reducción de salario. Esta medida la empezó a levantar la Cuarta Internacional en los años 30 contra el desempleo de la Gran Depresión. Ahora podemos concretarla con la exigencia de reducción de jornadas a 36 o 35 horas semanales, en vez de los aumentarla como pretendía la Directiva Europea de las 65 horas, que crearían más desocupación. Y mientras tanto, seguro de desempleo hasta que el Estado garantice un puesto de trabajo digno.
Hay que exigir a los gobiernos que inicien de inmediato planes de obras públicas que den trabajo y que mejoren las infraestructuras populares. Necesitamos Hospitales públicos y de calidad, escuelas, universidades, viviendas…
Bajada de la edad de jubilación y que cada jubilado sea reemplazado por un trabajador con los mismos derechos garantizado por ley.
Frente a las propuestas patronales de reformas laborales y de moratorias en los acuerdos contractuales o de convenios colectivos, es necesario exigir la defensa incondicional de los derechos laborales y sociales adquiridos. Todo retroceso que consigan imponernos ahora va a costar sangre recuperarlo en el futuro y lo único que garantiza es el beneficio empresarial.
Además contra la crisis que está produciendo un aumento de la pobreza en todo el planeta tenemos que levantar medidas tales como: aumento general de los salarios y garantía de pensiones dignas para todos; control de precios de los alimentos y garantizar su producción acabando con la especulación de las agroempresas. Reforma Agraria entregando la tierra a quien la trabaja.
Estas medidas se tienen que sumar a otras que son imprescindibles en los países semicoloniales como son: el No pago de la deuda externa e interna y la prohibición de que saquen al exterior las remesas de los beneficios las multinacionales.
Para luchar por estas medidas y enfrentar las maniobras de la burocracia sindical y los gobiernos va a ser fundamental plantear planes de lucha unitarios de todos los sindicatos y organismos de base, exigiendo a las burocracias sindicales que rompan sus pactos con los gobiernos y empresas y que defiendan, con estas y otras medidas que aquí recogemos, planes obreros contra la crisis.
Durante el año 2009 los trabajadores nos jugamos mucho, podemos evitar el futuro que nos ofrecen de miseria y hambre, pero para eso va a ser necesaria una lucha durísima e intransigente. Tenemos que impulsar las asambleas para la toma de decisiones y apoyar los nuevos organismos que van surgiendo en las movilizaciones. La ocupación de las empresas por parte de los trabajadores y la organización de la defensa ante la represión del Estado y los matones a sueldo, van a estar a la orden del día. En esta lucha los trabajadores tienen que recuperar la independencia de clase para poder enfrentarse a los gobiernos de turno y derrotar los planes patronales.
Queremos resaltar algunos ejemplos de experiencias de coordinación de organizaciones obreras para luchar y de realización de campañas.
En Brasil la CONLUTAS ha lanzado una campaña contra los despidos y la recesión, levantando un plan obrero. Este se concreta en las propuestas de los trabajadores de la minera VALE que exigen la estatización si se llevan a cabo despidos masivos como los que están anunciados. La propuesta del sindicato de la GM en Sao Jose dos Campos (adherida a la Conlutas) es luchar contra los despidos llamando al resto de fábricas de la empresa a coordinarse tanto en Brasil como en Latinoamérica. Fruto de ello son los contactos con los trabajadores de esta empresa en Argentina.
En Bolivia los trabajadores de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, de la mina de Huanuni, que forman parte de la COB, organizaron un Seminario Internacional Minero que contó con sindicalistas de Brasil y Perú. Allí se sacó como conclusión que solo con la lucha se pueden defender los puestos de trabajo, que hay que exigir a los gobiernos la reestatización de los recursos naturales. Plantearon la necesidad de organizar una lucha unitaria y continental marcando propuestas de manifiesto y calendario de movilizaciones.
La conformación en Julio de 2008 del ELACT (Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores), de la que forman parte los sindicatos arriba mencionados, muestra las posibilidades de coordinación de las organizaciones obreras que mantienen la independencia hacia los gobiernos y las organizaciones burguesas. Participan del ELACT, organizaciones sindicales de Haití, Brasil, Venezuela, Bolivia, Argentina, Paraguay, Uruguay, Perú…
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