miércoles, 3 de diciembre de 2008

La Constituyente del Capital Neoliberal

Albino Vargas Barrantes *

La Presidencia de la República bicéfala, por medio de su “gerente político”, don Rodrigo Arias Sánchez, anunció las intenciones del capital neoliberal que habla por su boca, de derogar la actual Constitución Política para convocar a una “asamblea nacional constituyente” que defina una nueva carta magna para nuestro país, a fin, dice él, de darle más “gobernabilidad” al Estado.

Para ser sumamente sinceros, hay que “agradecer” a los hermanos Arias Sánchez y al proyecto ideológico de capitalismo neoliberal a ultranza que ellos defienden, la claridad del pensamiento político que les anima en su gestión gubernativa.

Desde que llegaron al gobierno han sido consecuentes con sus patrocinadores del gran capital transnacional y sus socios nacionales, creando todo un entorno favorable a un incremento de la velocidad en la concentración de la riqueza y para la expoliación a mansalva de las mejores herencias del patrimonio nacional.

La tesis de una nueva constitución política para nuestro país, promovida desde Zapote, no es más que el fin último, de profundo carácter estratégico, para, de una vez por todas, acabar, eliminar, derogar, toda la inspiración filosófica que con base en el humanismo cristiano inspira la todavía, aunque maltrecha, Constitución Política que nos rige y que fuera emitida en 1949.

Hay que recalcar que los hermanos Arias Sánchez son los rostros oficiales, los operadores políticos del momento, comisionados por el más retrógrado capital neoliberal para el impulso de la transformación estratégica del Estado costarricense, llevándolo hacia la concepción liberal del mercado sin controles; invocando el falaz concepto de la “ingobernabilidad”.

Esa “ingobernabilidad” no es otra cosa que las dificultades que ellos, pese a su inmenso poder, siguen enfrentando en la búsqueda del control total de la institucionalidad republicana, para darle rango constitucional a lo que los Arias Sánchez conceptúan como la “dictadura en democracia”.

La presidencia bicéfala, luego de la imposición fraudulenta y delincuencial que le hiciera al país del TLC con Estados Unidos, se lanza ahora contra la Constitución Política de 1949 para dar el asalto final a las Garantías Sociales. Entre otras cosas, los negocios del capitalismo neoliberal que los hermanos Arias Sánchez defienden, encuentran en el Código de Trabajo numerosos obstáculos, para solamente dar un ejemplo del porqué ahora quieren ellos y su grupo del capital neoliberal, convocar a una “asamblea constituyente”.

La institucionalidad republicana que está estipulada en la actual Constitución Política, en términos generales, ha sido la que convenía como para haber logrado altas metas de desarrollo democrático con justicia, equidad y movilidad sociales.

Sin embargo, es la corrupción del bipartidismo tradicional, PLN-PLUSC, la que ha venido pervirtiendo esa institucionalidad, al punto de que ahora hablan de “ingobernabilidad”.

Pues claro, la corruptela bipartidista tradicional fue la que se enredó en sus propios mecates y ahora, por tanto, todas las derivaciones de esa corruptela hay que plasmarlas en la legitimidad que daría una nueva constitución.

Estamos convencidos de que Costa Rica ocupa radicales cambios estructurales para profundizar su democracia y para generar un nuevo modelo de desarrollo centrado en la inclusividad y en la solidaridad.

Solamente personas con sentido estadista pueden impulsar grandes acuerdos nacionales que tomen en cuenta las dos visiones encontradas de país que caracterizan la polarización que vivimos.

Los hermanos Arias Sánchez gerencian, políticamente hablando, una de esas visiones y por eso no aceptamos que hablen por toda la sociedad. La constituyente que ahora quieren, es “su” constituyente y a eso hay que cerrarle el paso con todo lo que esté a nuestro alcance.

* Secretario General Asociación
Nacional de Empleados Públicos y Privados (ANEP)

No hay comentarios: